Cárcheles es un municipio de Sierra Mágina fruto de la fusión en el año 1974 de Carchelejo y Cárchel. Incrustado a orillas de la transitada A-44 y rodeado de laderas, olivares y montañas, su mansedumbre y sencillez está plagada de un rico y singular patrimonio histórico y cultural, por la riqueza que le confi eren sus murales artísticos. Pues allí, también se venera con un profundo fervor y recogimiento a la Virgen de la Cabeza, en una población donde en las noches de Santa Lucía, las lumbres prenden con vigor, San Antón es epicentro de las bendiciones y rogativas (es el patrón de Cárchel), la Virgen del Rosario, patrona de Carchelejo suscita la devoción más íntima y por agosto es un estallido de costumbrismo, tradición y fe con la más que célebre Fiestas de Moros y Cristianos.
Al ser tierra fronteriza entre los antiguos reinos nazaríes granadinos, y cristianos de Jaén, esa impronta ha quedado marcada e indeleble a lo largo de los siglos y ha motivado el devenir de su historia y el carácter de sus nobles gentes. Esa cercanía con la tierra del pastor de Colomera, Juan de Rivas, también dejó su infl ujo en la población. Esa legendaria aparición de la Virgen de la Cabeza, que se encamina a los ocho siglos, también germinó en Cárcheles, y más en concreto en Carchelejo, donde se fundó su cofradía fi lial en el año 1989. En la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles se halla la imagen de la Virgen de la Cabeza. Más de 200 cofrades integran esta hermandad, quienes custodian y miman con amor a la imagen, con esos cambios de manto y esas rogativas que emanan desde lo más hondo del recoveco de sus corazones. Pero la devoción en la población viene jalonada por siglos de historia. Ya en el siglo XVIII, existen actas plenarias que recogían los donativos que se realizaban a la cofradía de Colomera en el antiguo camino que realizaba desde su localidad hasta el Santuario de Andújar. Los vecinos iban por cortijos recaudando los fondos para hacer más agradable la peregrinación de Colomera por los pueblos de Granada y de Jaén, un camino henchido de esperanza, alegría, esfuerzo y sobre todo fe. Pues esa tradición se mantiene y se ha perpetuado con el transcurrir inexorable de los años.
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Y todo ello acontece en un esplendoroso Jueves de Romería en Carchelejo que se engalana y se embellece para acoger con los brazos abiertos a la comitiva colomereña a primeras horas de la tarde. Es recibida en la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles por los representantes de la cofradía de Carchelejo y del Ayuntamiento de Cárcheles. Después, el Consistorio agasaja al cortejo que enfi la el camino hacia Cárchel, en medio de la multitud y de un prodigio de costumbrismo con el volteo de banderas y el trote galante de jinetes y amazonas. En su desfi le por Carchelejo, hace una parada en la calle San Antonio, en recuerdo a Manuela y su familia, que eran los encargados de recoger los donativos para Colomera. Ya en Cárchel, la comitiva enfi la su recorrido que lo lleva hasta La Cerradura.
Y una vez que se despide a Colomera, Carchelejo se entrega por completo a la Virgen de la Cabeza, cuya imagen se saca en procesión. Es un día grande en Carchelejo, donde se paran los relojes y los negocios y su emblemática empresa de embutidos cierran para disfrutar de encanto que siempre desprende ‘La Morenita’. Ese mágico y hechicero día acontece en el prólogo de la procesión del último domingo de abril en el Cerro de la Cabeza, donde la cofradía de Carchelejo acude fi el a la cita. Antes de gestarse la cofradía, lo hacía amadrinada por Colomera, con la que mantiene esos atávicos, consanguíneas y ancestrales lazos de fe y tradición. Por cierto, desde 2014, Carchelejo tiene su casa en el Cerro, por lo que vive plenamente ese estallido de fe universal e incontenible por la Virgen de la Cabeza, que también ha penetrado en las almas de los vecinos y vecinas de Carchelejo.
Manto Virgen Carchelejo

ESTANDARTE



CETROS

GUIÓN DE CAMINO
Banderas Carchelejo

COFRADÍA DE CARCHELEJO EN EL SANTUARIO
CASA
SITUACIÓN
Procesión Virgen de la Cabeza en Carchelejo
FUENTE: Mirando al Santuario 2025, pag 76; JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ LORENTE