CORONAS

CORONA CENTENARIO

La idea fundamental de este proyecto era devolver a la Virgen la corona de oro de su coronación perdida en la Guerra Civil, por lo tanto a la hora de hacer el diseño se intentó, en la medida de lo posible, no dar margen a la creatividad. No consistía en hacer una corona nueva de diseño, sino una réplica lo más parecida posible a la antigua, pero la dificultad del proyecto radicaba principalmente en el diseño del rostrillo, al ser este un elemento que enmarca la cara de la virgen y puede provocar un cambio agresivo en la iconografía que estamos acostumbrados a ver en la época actual. Un rostrillo inapropiado podría desvirtuar totalmente la belleza de todo el conjunto.

La corona de la Virgen estaba bastante clara en las fotografías y bien detallada su composición en el acta notarial de 1936. Se trataba de una corona cerrada de 16 imperiales. 8 grandes decorados con acantos más un óvalo con las letanías y 8 pequeños formados exclusivamente por perlas, lo que la hacía muy peculiar. En el frontal aparecía el escudo de la Ciudad de Andújar sobre el águila de brillantes (de un tamaño considerable), cual fuera símbolo de San Juan, que siempre ha aparecido en el escudo de la Ciudad, incluso mucho antes de la Guerra, tal y como demuestra este caso. Estos elementos son soportados por un tambor muy elevado de acantos coronados de formas barrocas, y todo ello decorado con una magnífica profusión de piedras preciosas. El diseño de Palenciano se ciñó rigurosamente a la composición general de la corona, naturalmente la decoración de los acantos tuvo que ser a su criterio por no tener fotografías de detalle de la original. El escudo de la ciudad de Andújar se redujo ligeramente de tamaño y se dispuso en la parte trasera el escudo de la Real Cofradía Matriz.

MÁS INFORMACIÓN DE ESTA CORONA

CORONA AUMENTE PLATA

Una corona más sencilla en su planteamiento compositivo; se trata de una corona imperial de plata, de diseño neobarroco, compuesta de seis imperios y rematada con el habitual orbe crucífero. Forma parte de un juego que se completa con un rostrillo. 1

Corona fabricada en plata por el orfebre Aumente. Prestigioso orfebre que realizó la mayoría de sus obras a principio del siglo XX, estaba afincado en Córdoba.

Fuente:
1. María Soledad Lázaro Damas (El tesoro de la Virgen de la Cabeza de Andújar)

Rostrillo plata Virgen

Rostrillo plata

Este rostrillo de plata es del siglo XVIII que procedente de la primitiva imagen.

CORONA CORONACIÓN 1909

aLa corona con la que se coronó nuestra Reina en 1909 era de un valor incalculable por su riqueza en oro y sobre todo en la calidad de las piedras preciosa que contenía, existe un acta notarial donde se nos describe de forma detallada aquella joya y la describe como una corona cerrada de 16 imperiales 8 grandes de decoración de acantos y un óvalo con las letanías y 8 pequeños de perlas solamente, los cuales la hacían muy peculiar. En el frontal aparecía el escudo de la ciudad de Andújar sobre el águila de brillantes, símbolo de San Juan que siempre ha aparecido en el escudo de Andújar mucho antes de la Guerra, como se demuestra en este caso. Estos elementos los sujeta un tambor muy elevado de acantos coronados de formas barrocas, todo decorado con mucha profusión de piedras preciosas. Naturalmente la corona del niño y el rostrillo de la Virgen seguían el mismo estilo.

Historia coronación Virgen de la Cabeza 1909

El 25 de abril del año 1907, el Sr. Alcalde y arcipreste de la Ciudad, bajo la presidencia del primero, D. Manuel Muñoz Trigueros, convocan a los más representativos de la localidad para exponerles el objeto de la reunión que no era otra que la Coronación Canónica de Ntra. Sra. de la Cabeza, un proyecto sostenido y fomentado por la Junta de Señoras y aprobado con adhesión entusiasta por el Excmo. Prelado de la diócesis “quien proponía la elección de una Junta representativa de todas las clases, corporaciones y entidades principales de la población para ser auxiliar y coadyuvante de la acción de la Señoras ya mencionadas.”

Tras haber discutido ampliamente el asunto, “y suspendido durante algunos minutos la sesión para convenir la forma de hacer la designación de personas”, se procedió a la presentación de una Junta formada por el Sr. Alcalde del Excmo. Ayto., como presidente, y el arcipreste de la ciudad con el Sr. Teniente Hno. Mayor de la Real Cofradía como Vicepresidentes y una larga lista de representantes del clero, autoridades y demás asociaciones como vocales que fue acogida con un consenso general.

Al año siguiente, concretamente el 28 de abril del 1908, tuvo lugar otra reunión en la que estuvo presente el Sr. Obispo quien tuvo frases justas y brillantes para la Junta de Señoras, promotoras de la Coronación, y luego trazó el plan a seguir en tan fausto acontecimiento. Bajada de la Sda. Imagen el 21 de abril de 1909; los días 22, 23 y 24, solemne triduo siendo coronada el último día del triduo.

El programa trazado por el Sr. Obispo fue aprobado por unanimidad aunque en su realización sufriera alguna ligera modificación.

Virgen de la Cabeza corona coronación canónica

“El Sr. Obispo manifestó en nombre del clero, que las funciones religiosas, es decir, todo lo que se celebrase dentro de la Iglesia, estaría a cargo de ellos. La Junta de Señoras, siguiendo en su misma labor de propaganda y recaudación de donativos, escogerían el modelo de Corona, elegirían el artífice y procurarán que la mayor parte de lo que recaudasen fuera para la corona, objetivo principal de los donantes. En este cometido tendrán completa libertad de acción.

Para realizar los demás extremos del programa, es decir, para los festejos, nombró una comisión ejecutiva del Sr. Alcalde, Arcipreste, Teniente Hno. Mayor y Diputados provinciales, facultándoles para el nombramiento de Secretario, así como para la designación de todas aquellas personas que por su idoneidad y competencia se considerasen necesarias para el desarrollo y ejecución del programa de la Coronación.

La Sra. Condesa de la Quintería, pronunció breves y atinadas frases, agradeciendo al ilustre Prelado, sus palabras de elogio para las señoras y de aliento para todos. (…)
El Sr. Rodríguez Vargas , manifestó sus deseos de que se concretase la misión de la nueva Comisión nombrada, toda vez que había otras elegidas con el mismo fin, y esto daría lugar a rozamientos y graves disgustos, a lo que respondió el Sr. Obispo que todas Comisiones anteriores quedaban anuladas. Seguidamente, previa las preces, se dio por terminada la sesión.”

El acta está firmada por Diego Rodríguez Vargas, secretario de la Junta General de la Coronación de Ntra. Sra. de la Cabeza. En la sesión del tres de mayo del mismo año 1908 quedó constituida la Junta Ejecutiva para los festejos de la Coronación de la siguiente manera: Presidente: D. Gabriel Ortiz Cosgaya (Alcalde de la ciudad); Vocales: D. Antonio Rodríguez Montero (Arcipreste de la ciudad); D. Pascual Jiménez Prieto (Diputado provincial) y D. Joaquín Mª. Serrano (Teniente Hno. Mayor cofradía V. de la Cabeza).
Entre las comisiones designadas, me gustaría resaltar la Comisión de limosnas dedicada a favorecer a los más necesitados del municipio con ocasión de la Coronación de su patrona no solo con el alimento necesario sino también con unos donativos especiales “Que no solo socorran las necesidades de los que las reciban, sino que sirvan de premio a la honradez y al trabajo y de estímulo para que sean imitados, los que merezcan en justicia las distinciones que se hagan.” (Acta firmada por el presidente de la Comisión, Antº. Rodríguez y el secretario, Fco. Bellido).

Fuente: Francisco Adán (Mirando al Santuario 2014)

MÁS INFORMACIÓN CORONACIÓN CANÓNICA

CORONA DEL INDIANO

Texto por Pablo Mondéjar

Lienzo anónimo del siglo XVII-XVIII, que representa la escena de la Aparición de la Virgen de la Cabeza al Pastor. Se observa en él y sobre la imagen de la Virgen, la corona descrita en este trabajo. Actualmente dicho lienzo se encuentra en el Santuario de Ntra. Sra de la Victoria en Málaga. (Pablo Mondéjar)

La corona del Indiano aparece en las litografías y cuadros pintados a partir de la época de mediados del XVII desconociendo la suerte que dicha pieza pudo correr, pues si que es verdad que se perdió, seguramente en la época infausta de la supresión de la Romería en 1773 o quien sabe si más adelante con la desamortización de los bienes eclesiásticos, que también afectó a nuestro Santuario acaecida en 1841. Hablo pues hoy de la corona denominada “DEL INDIANO”.

Dice así el texto de quien la donó:
“Por devoción y a mi costa y de mis bienes tengo hecha una corona de oro y piedras preciosas para Nuestra Sra. de la Cabeza de Sierra Morena, yo D. Juan de Álvarez Serrano, Oidor de México, envió a Nuestra Sra. de la Cabeza, el año de mil seiscientos y cincuenta, una corona imperial, que pesa veinte onzas de oro, en cuya circunferencia, y primer cuerpo brillan doce preciosos jacintos, diez y seis esmeraldas finas, grandes, y en lo arqueado de la diadema otras ocho mayores.

Juntándose los extremos (de la diadema) en un globo de oro esmaltado que sirve de asiento a una preciosa cruz, dividido el ámbito en cuatro piezas, que formando cuatro tornillos de oro, a cuyos remates sirven de cabeza cuatro ricas esmeraldas, y otras tantas con el mismo artificio, y primor, hacen las puntas de diadema, está apreciada en dos mil pesos”. (Texto que recogió Manuel Salcedo Olid en su Panegírico en 1677).

Óleo Virgen de la Cabeza

Como podemos observar nos encontramos ante una corona de estilo imperial de coste y factura bastante elevados, donada por parte de este andujareño que se fue en su día a hacer las “Américas” y consiguió desempeñar cargos en el nuevo mundo al servicio de la corona de España. Al morir prácticamente en este mismo año de 1650 en su testamento dejó escrito lo aquí anteriormente relatado y expuesto y a su vez donó a la cofradía Matriz la cantidad de 5.517 pesos, donación conseguida a través de diversas “limosnas” que él mismo recaudó y de su propio pecunio.

Cantidad que se vio embargada en Sevilla, (hay que apuntar que Sevilla era en aquélla época el principal destino portuario de todo lo que venía de América), en el año 1651, y que la cofradía de Andújar reclamó ante las autoridades pertinentes devolviéndosele la cantidad pero más reducida, concretamente cuatro mil pesos.

Como dato no exento de curiosidad, hizo entrega para el servicio de los capellanes que custodiaban el propio templo en Sierra Morena de un negrito, de doce años, llamado Hipólito que Salcedo Olid en su anteriormente citada obra también menciona diciendo:

“Así mismo presentó un negrito de edad de doce años, llamado Hipólito, para el servicio de los capellanes” (Salcedo Olid).

De él poco se sabe, salvo que efectivamente estuvo en el Santuario y seguramente empleado para tal cometido, teniendo en cuenta la suerte que sufrían por aquéllas centurias, y debido a la mentalidad esclavizadora de los colonizadores europeos, las personas denominadas de “color”.

Como podemos observar, para concluir, el Santuario era foco devocional principal en Andalucía recibiendo donaciones de no pocos personajes ilustres y hacendados, siendo su Romería célebre y afamada citándose en obras de autores tan importantes como Cervantes, Lope de Vega, ó Calderón de la Barca, universalizándola, para mayor gloria de los que nos consideramos hijos de Andújar, nuestra principal fiesta, con lo que ello conlleva.
Bibliografía consultada:
– Gómez Martínez, “La Virgen de la Cabeza, Leyenda, Historia y actualidad”.
– Salcedo Olid, “Panegírico Historial de Ntra. Sra de la Cabeza” 1677. Madrid, imprenta Julián de Paredes.

CORONA IMPERIAL

corona-antigua-cuadro

Las artes plásticas nos han dejado el testimonio de otras coronas con las que la devoción popular distinguió a la imagen. Es el caso de la bellísima corona descrita minuciosamente en el lienzo de la Virgen de la Cabeza, que perteneció a Antonio González Orea y en la actualidad en el Santuario. El detallismo del pintor al recrearla invita a pensar que fue un ejemplo real. En esta pintura tanto la Virgen como el niño ostentan sendas coronas doradas, enriquecidas con gemas y posiblemente esmalte, siendo posiblemente la de Jesús una réplica de la de la Virgen. Desde el punto de vista tipológico, su estructura se compone de un cestillo acampanado muy desarrollado, con un solo imperio coronado de perlas y rematado con una pequeña cruz. Tanto la diadema, como los motivos de crestería que componen el bandó o cestillo, se adornan con jacintos, rubíes morados y perlas. Tipológicamente esta corona se difundió durante el reinado de Felipe II y Felipe III, apareciendo otros ejemplos pictóricos, alguno de ellos americano, en los que el imperio aparece rematado con flamas.

En todo caso los motivos ornamentales manieristas utilizados en la resolución del cestillo, cartelas, espejos ovales con piedras incrustadas, y los sencillos perillones de fundición, permiten plantear este margen cronológico para la corona. Desde este punto de vista las coronas reproducidas podrían relacionarse con las coronas donadas en 1611 y que, según las condiciones de la donación, no podrían ser utilizadas para otra cosa que el servicio de la imagen.

Fuente: María Soledad Lázaro Damas (El tesoro de la Virgen de la Cabeza de Andújar)

Corona desaparecida.


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