El asedio al santuario de la Virgen de la Cabeza durante la Guerra Civil fue desde el mes de agosto de 1936 a mayo de 1937.
NEGOCIACIONES DE EVACUACIÓN
Texto gracias Eugenio González Cruz del grupo facebook GEFREMA
El CICR (Comité Internacional de Cruz Roja) participó muy activamente en la fallida evacuación de los sitiados en el santuario de la Virgen de Santa María de la Cabeza en Andújar.
Hoy nos sumergimos en los archivos de la institución humanitaria para ver qué hay de verdad y ficción en lo escrito hasta ahora. (Los entrecomillados son trascripción literal de los informes de sus delegados.)
Fue el Marqués de Rialp quien, en nombre de la Cruz Roja nacionalista y siguiendo instrucciones del Cuartel General de Franco, telefoneo el día 19 de abril de 1937 al delegado del CICR en San Sebastián, Raymond Courvoiser, para manifestarle que, trascurridos 8 meses del sitio mantenido por el ejército republicano al Santuario de la Virgen de Santa María de la Cabeza, donde se encontraban más de mil ancianos, mujeres y niños y 350 combatientes, La situación crítica en que se encontraban obligaba a que los sitiados en el Santuario solo pudieran comunicarse con el exterior mediante el uso de palomas mensajeras y solicitaba la mediación del CICR para aliviar o poner fin a tan dramática situación.
El delegado del CICR en San Sebastián (Courvoiser) viajo a Francia (San Juan de Luz) para informar a Ginebra (sede del CICR) de la situación. El Comité faculto al delegado para el inicio de las gestiones oportunas, para ello, el delegado realizo llamadas a Salamanca, Burgos, San Sebastián y Ginebra, de una parte, y Andújar, Valencia y Barcelona por la otra parte, con el objeto de conocer la posición de cada bando enfrentado y tratar de llegar a un acuerdo. Roland Martí delegado del Comité en Valencia, se entrevistó el 21 de abril con el presidente Largo Caballero, el Jefe del Estado Mayor y el ministro Giral, quienes, no mostraron interés en la mediación, y se resistieron a la intervención del CICR, pese a los intentos del delegado de convencerles en que el interés del Comité, era aliviar el sufrimiento de los no combatientes sitiados.
El día 22 tras intensas negociaciones entre Roland Martí y Largo Caballero, este accedió a que pudiera hablar con los sitiados, con la prohibición expresa de entrar en el Santuario.
El 23 de abril, Martí y Vizcaya (subdelegado en Madrid) se desplazaron a Andújar y a las 17 horas, acompañados por miembros del Estado Mayor republicano, se acercaron a unos 800 metros, con un v
ehículo que portaba una bandera de la Cruz Roja desplegada, a las 20:30 h. Vizcaya atraves de un megáfono da lectura al comunicado autorizado por el teniente coronel Cordón, que mandaba las fuerzas republicanas (salida de mujeres, niños y ancianos a una localidad cercana y traslado de los guardias civiles a una prisión supervisada por el CICR), sin respuesta inmediata de los sitiados. Tras aproximarse a unos 300 metros vuelven a leer el comunicado, Vizcaya en castellano y Martí en francés. La respuesta de los sitiados es negativa a aceptar las condiciones propuestas, a las 23 h. se reanuda el fuego.
El día 24 los delegados comunican a Ginebra las gestiones del día anterior y esperan instrucciones. Al día siguiente, 25 de abril, a las 13:15, el teniente coronel Cordón ordena el alto el fuego y se reanudan de nuevo las conversaciones. Los sitiados proponen a los delegados que entren en el Santuario; los delegados les informan: de que no pueden hacerlo porque el Gobierno de la Republica lo prohibió de forma expresa. El capitán Cortes que mandaba la fuerza sitiada envía como emisarios a dos guardias civiles, que entregan una carta a los delegados en la que exponen sus pretensiones. Martí, Vizcaya y el teniente coronel Cordón, tras leer la propuesta de los sitiados constatan la imposibilidad de aceptar la petición de los sitiados y acuerdan comunicar la negativa, para ello los dos delegados, acompañados por un militar y un policía se aproximan al Santuario. El encuentro se desarrolló con corrección, según el relato de Roland Martí.
(“de los emisarios y también de los gubernamentales. Ninguna Palabra, ningún gesto desagradable”)
Ese mismo día a las 19 h. los emisarios del capitán Cortes, entregan a los delegados una nueva carta en la que dice escuetamente “no hay respuesta”. El teniente coronel Cordón, tras comprobar que los emisarios se encuentran en el Santuario, dio la orden de reanudar el fuego.
En la tarde del día 26, los delegados regresan a Valencia por orden del Ministro de la guerra. El primero de mayo las fuerzas que asediaban el Santuario toman definitivamente la posición; los combatientes que lograron sobrevivir fueron encarcelados en San Miguel de los Reyes (Valencia) y las mujeres, niños y ancianos, son trasladados a el Viso del Marques, una pequeña localidad próxima.
En la carta dirigida el 28 de abril de 1937 por los delegados del CICR al jefe que dirigía las operaciones en Andújar, la actuación del ejército republicano fue de colaboración con la Cruz Roja.
Carta dirigida por lo delegados del CICR.
“el motivo de la presente es para testimoniarle nuestro más profundo agradecimiento por todas las atenciones y facilidades que nos dio usted en esa para nuestra intervención cerca de los sitiados del santuario de la Virgen de la Cabeza, para acabar con los sufrimientos de las mujeres y niños que se encontraban en ese santuario. Sentimos mucho no haber logrado nuestro propósito, a pesar de la ayuda u facilidades; pero quedamos a su disposición por si usted cree necesario hacer alguna otra gestión humanitaria, dándole otra vez nuestras más expresivas gracias…. Firmado A. Vizcaya, delegado adjunto en Madrid del CICR y doctor Roland Martí, delegado en Valencia”.
El Comité continuo haciendo seguimiento a los evacuados del Santuario, Roland Martí visito en junio a los defensores en la prisión de San Miguel de los Reyes, y a finales de agosto del 37 se trasladó al Viso del Marques, a donde visito a las 695 mujeres y niños. Durante la visita el delegado comprobó que aún permanecían en la localidad 130 mujeres y niños el resto ya se había reunido con sus familias. Pasados Dos meses el delegado en San Sebastián estuvo al frente del intento de canje de estas familias por otras en zona rebelde.
Resumen.
Los delegados del CICR durante las negociaciones con los asediados observaron la contradicción entre la solicitud urgente de intervenir dada al CICR por Franco y los continuos mensajes trasladados por el general Queipo de Llano atraves de las ondas de radio, “el Santuario no se rendirá jamás”. El general Franco tenía decidido dar la orden de rendición a los asediados, siempre que el CICR garantizara la vida de mujeres, niños y ancianos y los defensores fueran internados, en una misma prisión bajo la supervisión de la Cruz Roja.
En el blog www.asedioalsantuario.com puede encontrar amplia información sobre estos años en el Santuario de la Virgen de la Cabeza durante la Guerra Civil.
http://santuario.info/