Virgen de la Cabeza de Palomares del Campo

Desde que los repobladores jiennenses, tras la expulsión de los moriscos, se asentaran en Zújar (Granada), el amor a la Virgen de la Cabeza no ha hecho otra cosa que crecer y afianzarse como un sentimiento inherente a todo zujareño, corroborado por el patronazgo que la Virgen ostenta al menos desde 1635, el título de Alcaldesa Perpetua y la Coronación Pontificia de la Sagrada Imagen en 1926, así como el extraordinario libro de Aparición y Milagros de Ntra. Sra. De la Cabeza de Zújar de 1736. El fervor que, como zujareña, siento hacia Ella ha provocado en mí el afán de conocer la difusión que esta grandiosa advocación ha tenido en España. Curiosidad que me ha llevado a visitar los aproximadamente 150 lugares donde actualmente se venera en nuestro país.

La experiencia de conocer e investigar in situ: el origen, la evolución y el devenir de la fe en la Virgen de la Cabeza a lo largo de la historia, me ha parecido interesante e inolvidable en todos ellos, aunque en este artículo me voy a centrar en Palomares del Campo por la singularidad de sus tradiciones.

Palomares del Campo es un pequeño municipio situado en la Manchuela Alta conquense de seiscientos veinticinco habitantes. Tiene un rico patrimonio religioso en el que destaca la iglesia parroquial Ntra. Sra. de la Asunción y la ermita de Ntra. Sra. De la Cabeza, ambas del siglo XVI.

Palomares del Campo Virgen de la Cabeza

En la iglesia se manifiestan con gran acierto los estilos gótico, renacentista y barroco. En ella sobresalen la capilla de Hernando de Alarcón (natural de Palomares y general de Carlos I de España, que participó en la toma de Granada y estuvo a las órdenes del Gran Capitán en Italia), convertida en un Museo de Arte Sacro y la capilla de la familia Ramírez de Arellano. La sencillez y sobriedad de la fachada de la ermita hace que este pase casi inadvertido, sin embargo, su interior impresiona, especialmente el Altar Mayor de estilo barroco, que guarda hermosas tallas como la del Cristo Yacente y Jesús con la Cruz. La devoción a la Virgen de la Cabeza en Palomares del Campo seguramente llegó a través de la trashumancia, pero, teniendo en cuenta la tradición popular su origen está en la aparición de la imagen de la Virgen (de la que solo destacaba la cabeza) encima de una zarza que había en una cueva dentro del casco urbano de la localidad junto a la ermita actual.

Según el testamento del Licenciado Bartolomé López (clérigo, natural y vecino de Palomares), en la segunda mitad del siglo XVI ya existía una ermita bajo la advocación de la Cabeza en Palomares y a partir de la Bula de Paulo V dada el 5 de abril de 1614, se fusionaron las cofradías de la Virgen de la Cabeza y el Sto. Cristo de la Paz. Estos datos ponen de manifiesto que la devoción a esta advocación de la Cabeza es centenaria y sigue manteniéndose como algo indispensable en la vida de este pueblo. Las fiestas se celebran el último domingo de abril. Son de gran fervor religioso y están llenas de tradiciones seculares.

Tienen su epicentro en la ermita de la Virgen de la Cabeza. Comienzan el sábado por la tarde con el sonido de dulzainas y castañuelas anunciando que la fiesta ha llegado. Las danzas, de origen medieval, miento, realzada por los bailes que los danzantes le ofrecen en las distintas paradas a lo largo del recorrido. El lunes por la mañana tiene lugar el significativo y peculiar acto de Ofrecimiento a la Virgen de todos los niños del pueblo solicitando su protección. Se lleva a cabo en el interior de la ermita sin parar de bailar siempre de cara a la Sagrada Imagen.

Romería Palomares del Campo Virgen de la Cabeza

Recorren el pueblo antes de dar la bienvenida a la Banda de Música y comenzar con el “Galopeo”, baile que el público realiza al ritmo de la música durante el pasacalle. Tras la novena, en la puerta de la ermita se enciende la tradicional hoguera amenizada con música y danzas a la Virgen, cuya imagen será trasladada a las doce de la noche a la iglesia de Ntra. Sra. De la Asunción donde se le cantará la Salve. Al día siguiente, domingo, después de la Misa Mayor la Virgen paseará por las calles del pueblo en una procesión llena de colorido, alegría y sentimiento, realzada por los bailes que los danzantes le ofrecen en las distintas paradas a lo largo del recorrido. El lunes por la mañana tiene lugar el significativo y peculiar acto de Ofrecimiento a la Virgen de todos los niños del pueblo solicitando su protección. Se lleva a cabo en el interior de la ermita sin parar de bailar siempre de cara a la Sagrada Imagen. Este mismo día por la tarde, se realiza la entrañable función en la que se eligen a los nuevos Oficiales.

procesión Palomares del Campo Virgen de la Cabeza

El martes, finalizada la Misa se realiza quizá el acto más afectivo e íntimo para los habitantes de este pueblo: cada hogar de Palomares es bendecido con la presencia de su querida y venerada Patrona, siendo recibida con la fervorosa aclamación ¡Viva la Virgen de la Cabeza! Durante estos cuatro emotivos e intensos días de fiesta, desde hace siglos Palomares del Campo rinde honores a su Patrona con sus hogueras, dan- zantes, gitanillas, dulzainas, castañuelas y el tradicional canto de los Mayos. Sin duda son unas fiestas impregnadas de gran religiosidad que los palomareños y visitantes viven y disfrutan con alegría y profunda emoción.

Fuente: Encarnación Sánchez Navas – Mirando al Santuario 2021