La Basilica Santuario Virgen de la Cabeza se encuentra en el término municipal de Andújar, en el cerro de la Cabeza a 686 metros sobre el nivel del mar siendo el lugar más alto del entorno.
La imagen de una Virgen es encontrada o se aparece, en el siglo XIII, a un pastor en el cerro Cabezón, de Sierra Morena, término municipal de Andújar, a la cual le pondrán por nombre Virgen de la Cabeza y a aquel cerro, por topónimo, cerro de la Cabeza, al cual a partir de los años cuarenta del siglo XX rebautizaron erróneamente con el de «cerro del Cabezo», palabras sinónimas.*
Por lo tanto hay que aclarar que el nombre correcto del lugar, donde se encontró la imagen de Ntra. Sra. de la Cabeza, se llama «cerro de la Cabeza».* Historiador Enrique Gomez M.
Seguidamente haremos un recorrido por todos los hitos y monumentos alrededor del cerro de la Cabeza:
Tabla de contenidos
- 1 Arco del Santuario
- 2 Arco de la Plaza del Real Santuario de Andújar antiguo:
- 3 Rosario monumental
- 4 Monumento a Cervantes
- 5 Monumento Pastor Juan de Rivas
- 6 VIRGEN DE LA PAZ
- 7 Monumento Cruz de los caídos
- 8 Reja exterior
- 9 Introducción
- 10 El nombre del Cerro
- 11 Los historiadores antiguos
- 12 El Marquesado del Cerro de la Cabeza
- 13 El Cerro de la Cámara
- 14 CEMENTERIO SANTUARIO
- 15 Calle de las cofradías y peñas
- 16 ERMITA DEL ROSARIO
Arco del Santuario
Al comienzo de la calzada se encuentra el Arco del Triunfo construido en 1988 para conmemorar la celebración del Año Santo Mariano presenta una consonancia con la línea arquitectónica del Santuario con este nuevo arco se venía a cubrir una necesidad que dejaba sentir desde que finalizó la guerra civil durante la cual quedó destruido el arco anterior.
Datos técnicos y históricos de su construcción
Tras el replanteo oportuno y la excavación necesaria se verterá hormigón de limpieza desde la cota-0.70 m. hasta el firme, que se presume muy superficial (roca granítica).
Se ejecutaran las zapatas 1,50 x 1,50 0,70. con hormigón de 150 kg (cm.2. de resistencia característica y la parrilla detallada en documentación gratifica, alojando los enanos de los pilares laterales. dichos pilares y la viga superior forman el esqueleto del arco e irán encofrados con tabicon de ladrillo hueco 10,5 cm. llevarán las armaduras reseñadas con acero corrugado A-42N y el hormigón a emplear será H-175 obtenido con 350 kgs. de cemento PA-350. Simultáneamente al proceso de encofrado y vertido de hormigón se irán chapando los pilares con piedra granítica de la zona, aristada, con juntas de 1 cm. de espesor acanaladas, hasta el arranque del medio punto. Las piezas tienen un espesor de 12 cms. y escuadría de 46,5 x 24 cm. y 39 x 24 cms. debidamente aparejadas. En ese momento se encofra el resto de pilares y se procede a la colocación de la dovelas, que debidamente recrecidas por el interior con fábrica de ladrillo hueco formarán el encofrado de la viga. (La función de ésa, es aligerar el peso sobre la clave y dar rigidez y continuidad a la estructura). Finalmente se ejecutará el frontón partido y se anclará a la viga el escudo pendiente todavía de su definición y motivo, al ignorarse el anterior.
Medidas interior del Arco 5 x 7,5 m. Los pilares tienen 1,60 x 1,60 m. altura total 11 metros.
Con la construcción de este arco se quiere conmemorar el AÑO MARIANO y la bajada a Andújar de la Imagen de la Virgen de la Cabeza, para celebrar actos Mariano-Cuaresmales, en la Parroquia de Santa María durante los días del 24 al 28 de Febrero de 1968.
La total obra de este arco ha sido costeada por los Hermanos Mayores Don Enrique Peralta Martínez y Dª Mercedes Luque de Peralta, quienes se lo han ofrecido al pueblo de Andújar, en el mismo acto de su inauguración. El Alcalde de Andújar, Don Ángel Menéndez Pérez agradeció este ofrecimiento. En el mismo acto intervino el Secretario de la Cofradía Joaquín Colodrero Avalos, con una disertación poética, y el P. Saturnino Gómez, superior del Santuario con palabras de exaltación Mariana y recogiendo la significación de este arco, pórtico del cerro, por el que han de pasar todos los peregrinos que van a venerar a la Santísima Virgen de la Cabeza. El diseño estetico del arco fue realizado por Pedro Palenciano inspirandose en el antiguo arco.
Arco de la Plaza del Real Santuario de Andújar antiguo:
En esta foto de principios del siglo XX se puede observar el antiguo arco que daba acceso a las calzadas. Edificado este en el siglo XVIII siendo obispo Brizuela y Salamanca. El arco desapareció durante la Guerra Civil Española (1936-39) y fue reconstruido con motivo del Año Santo Mariano de 1988. El nuevo arco fue costeado por los Hermanos Mayores Don Enrique Peralta Martínez y Doña Mercedes Luque de Peralta.
La casa grande que se observa adosada al arco era perteneciente a Doña María Mecinas (según el Catastro de la Ensenada 18-8-1752), vecina de la calle Tintoreros; con el paso del tiempo esta casa pasó a ser la de la Cofradía de La Higuera de Arjona. La casa que se ve en la parte posterior de la fotografía sería la perteneciente a la Cofradía de Mancha Real.
Fotografía y texto gracias al historiador Tomás de Jesus Porras González.
Rosario monumental
Con motivo del Séptimo centenario de la aparición y por iniciativa del escritor y poeta nacido en Andújar Antonio Alcalá Venceslada se realizó a lo largo de la calzada un rosario monumental que quedó destruido durante el asedio al Santuario, únicamente fue rescatado el bajorrelieve representativo del quinto misterio glorioso «la Coronación de la Virgen» en el cual se pueden observar varios impactos de bala y metralla. El 12 de agosto de 1928 se inauguró el primitivo Rosario Monumental fué realizado por el escultor Juan Luis Vasallo Parodi.
El Rosario que se observa en la actualidad pertenece al escultor González Orea y data del año 1964.
Monumento a Cervantes
La Diputación Provincial de Jaén y el Ayuntamiento de Andújar mandaron realizar un monumento a Cervantes al escultor Jacinto Higueras en el año 1954 por haber sido el ilustre novelista y primer cronista de la romería y su obra los trabajos de Persiles y Segismunda
Monumento Pastor Juan de Rivas
A solas con el viento y con la altura se encuentra el monumento al pastor Juan Alonso de Rivas natural de Colomera que jugó un decisivo papel cuando anunció el portentoso hecho registrado en la noche del 12 de agosto cuando se le apareció la sagrada imagen de la Virgen.
Este monumento fue donado por los Hermanos Mayores de la Cofradía Matriz Antonio Chamocho y Lola Estepa, esculpida en bronce por el artista andujareño don Antonio González Orea en el año 1974 al igual que el monumento a los defensores esté realizado en el año 1965.
Fuente Enrique Gómez Martínez
VIRGEN DE LA PAZ
Si subes por la carretera al final de la misma cerca del Santuario puedes admirar la obra de gran tamaño llamada Virgen de la Paz, realizada por el escultor Antonio González Orea en el año 1964. Está realizada en piedra traída de Colmenar de Oreja (Madrid)
La Virgen sostiene entre sus manos la Laureada de San Fernando, condecoración que fue concedida a los que fueron sitiados en el Santuario durante la Guerra Civil. En su parte media inferior, en bronce, un Ángel sostiene a un caído.
Monumento Cruz de los caídos
En la parte norte del santuario se encuentra la Cruz de los Caídos realizada en forja como recordatorio de los caídos durante el asedio para que roguemos por ellos un estímulo para no dejarnos llevar por las seducciones del mal y un medio para ofrecer a Dios los edificios que componen la vida de cada día por ser coherentes con la fe que profesamos y la vocación cristiana.
Reja exterior
En el último tramo de la calzada se encuentra una reja monumental que da acceso a la lonja, está realizado en forja tradicional de bronce fundido es obra del diseñador Manuel López, realizada en los talleres de Fernando Bejarano de Arjonilla y fundido en la fundición Capa de Arganda del Rey Madrid. Donada por los Hermanos Mayores de la cofradía Matriz Antonio Expósito y María José Expósito, fue inaugurada con motivo de la clausura del Año Jubilar.
Introducción
Enrique Gómez Martínez (Consejero del Instituto de estudios Giennenses)
Es necesario e importante que aclaremos algunos de los errores históricos referidos a la Virgen de la Cabeza, que se vienen cometiendo cuando se dice o escribe algo sobre esta antigua devoción mariana de Andalucía.
Hoy en día conocemos documentadamente, y por tanto con un rigor científico, muchos hechos relacionados con dicha Virgen, que se han repetido durante muchos años de manera equivocada y que es hora de aclarar, para hacer justicia a la historia y a la verdad. como escribió el canónigo de la Santa Iglesia catedral de Jaén, Manuel Muñoz Garnica, en sus conocidas «Cartas sobre el origen, aparición y culto de la imagen de Nuestra Señora de la Cabeza», publicadas en 1865, en las que nos dice: «Yo no puedo creer que las personas ilustradas de Andújar den algún valor a esas relaciones; las gentes sencillas, puede ser; pero al tratar este punto, debemos protestar contra tales invenciones en nombre de la sana crítica que las condena. Es preciso no transigir con ellas; procuremos, en cuanto sea posible, que la piedad sea discreta y la devoción ilustrada» (carta 1a. estudio y notas introductorias de rubio Fernández, 1997, 22).
La imagen de una Virgen es encontrada o se aparece, en el siglo XIII, a un pastor en el cerro Cabezón, de Sierra Morena, término municipal de Andújar, a la cual le pondrán por nombre Virgen de la Cabeza y a aquel cerro, por topónimo, cerro de la Cabeza, al cual a partir de los años cuarenta del siglo XX rebautizaron erróneamente con el de «cerro del Cabezo», palabras sinónimas.
En este artículo estudiamos detenidamente el referido error y aclaramos documentadamente que el nombre correcto del lugar, donde se encontró la imagen de Ntra. Sra. de la Cabeza, se llama «cerro de la Cabeza».
El nombre del Cerro
Veamos como el verdadero nombre del cerro, desde que el pastor encuentra la imagen de la Virgen, ha sido Cerro de la Cabeza y no «cerro del cabezo», como alguien lo denominó en un momento indeterminado, desde el desconocimiento, al no darse cuenta que «cerro y cabezo» son palabras sinónimas. Por tanto, cuando decimos «cerro del Cabezo» estamos diciendo «cerro del cerro».
Partamos en este estudio viendo lo que el Diccionario de la real aca- demia española nos dice: «Cerro: m 3. Elevación de tierra aislada y de menor altura que el monte o la montaña» (madrid, 1992, 329). «Cabezo: m. Montecillo aislado» (madrid, 1992, 343). Por tanto observamos que ambas palabras tiene igual signi cado. Si ahora consultamos un diccionario de sinónimos comprobamos que «Cerro: s Elevación de tierra aislada» Siendo sinónimos: «Alcor, mogote, otero, montículo, loma, Cabezo, altozano, colla- do». «Cabezo: s Montecillo aislado». Siendo sinónimos: «Colina, loma Cerro, otero, alcor, cumbre» (diccionario temático. Sinónimos y antónimos. editorial everest. león, 1980: 163-211). El Diccionario de Uso del Español, de maría moliner, nos de ne cabezo y cerro igual que anteriormente hemos visto (Gredos. madrid, 1970: 442-588). Nuestro paisano antonio alcalá Venceslada, en su Vocabulario Andaluz, no recoge ambas palabras (Real Academia española. Madrid, 1951).
En consecuencia vemos que el topónimo no puede ser «cerro del cabezo», sino el que los árabes le dieron en su día: «cerro de la Cabeza», porque al cerro elevado, aislado y llano llamado Peña rasa, en su lengua errasa, signi ca Cabeza (bisset, demetrio. «San Isidro labrador». la aventura de la Historia. madrid, 2005: 92-96). está claro que el cerro sobre el que se edi có la primera ermita dedicada a la Virgen de la cabeza era llano en su cúspide.
Todo lo antes dicho lo podemos ratificar recurriendo a la amplia bibliografía existente desde el siglo XVII referidas a Ntra. Sra. de la Cabeza.
Los historiadores antiguos
Los historiadores locales, buenos conocedores de la toponimia, no dudan en como llamar el lugar donde se aparece nuestra Patrona, se llama «CERRO DE LA CABEZA», es más; Salcedo Olid, nos dice que de dicho topónimo recibe la Virgen su nombre. Porque si el cerro se llamara «Cabezo», la imagen de maría allí encontrada tomaría la advocación de «Virgen del Cabezo», al igual que existen Virgen del monte, Virgen del collado, Virgen del Valle, Virgen de la encina, etc. como bien sabemos las devociones marianas suelen recibir, en muchas ocasiones, el nombre del lugar dónde se les ha hallado.
Por tanto en el Panegírico Historial de N. S. de la cabeza de Sierra morena, Salcedo escribe: «(…) De lo cual conocieron claramente que era voluntad Divina que a la Virgen se le diese adoración en aquel monte, el cual por ser el mas alto, y encumbrado de los circunvecinos, parecía Principe, Rey, y Señor de Sierra Morena, y por ello le llamavan los de la tierra, la cabeça de todos los montes comarcanos, y por esta razón se le dio a la Sagrada Imagen el nombre de Nuestra Señora de la Cabeça, titulo y denominación, que aunque parece vulgar, no fue a caso, sino muy misterioso, y adecuado (…)» (Madrid, 1677: 230-231).
Llama la atención en el anterior texto cuando dice: «y por ello le llamaban los de la tierra, la cabeça». esta es la clave, los naturales de Andújar le llamaban Cabeza. Por lógica la imagen que allí encuentra el pastor, recibe el título de «Virgen de la cabeza», no tenían que darle más vueltas a la hora de buscarle nombre. otro historiador local, antonio terrones robles, caballero capitular del ayuntamiento, escribe en su historia sobre San Eufrasio: «(…) un Pastor manco de una mano, estando apacentando su ganado a la falda del monte y cerro de la Cabeza (…)». (Granada, 1657: 177).
En el siglo XVIII el sacerdote y capellán del Santuario, Bartolomé Pérez Guzmán, escribe en su libro tratado del aparecimiento de Ntra. Sra. de la Cabeza… : «(…) se llamó en la antigüedad el Cerro de la Cabeza, de donde toma el renombre nuestra Sagrada Imagen (…)» (Madrid, 1745: el cerro de la Cabeza 81 41). Vuelve a hacer referencia al tema que nos ocupa, anotando: «(…) era voluntad de Dios, que diesen adoración a María Santísima, en el Cerro de la Cabeza, que por ser el más empinado de la Sierra (…)» (Madrid, 1745:75).
En el siglo XIX el antes referido Muñoz Garnica en su carta cuarta, escribe: «(…) quien debiera bosquejar la subida de las cofradías reunidas al cerro de la Cabeza (…)» (Rubio Fernández, 1997: 32). Santiago Mesía publica en 1890 su Álbum de fotografías de la Romería de N. S. de la Cabeza en Sierra Morena, en el que nos dice: «(…) fué traída en triunfo la imagen é instalada en la iglesia de Santa María el 4 de octubre de 1227, de cuyo sagrado recinto desapareció el 8 de Noviembre, reapareciendo de nuevo en el Cerro de la Cabeza (…)» (madrid, 1890: 18). entre las fotografías que incluye el álbum tenemos una panorámica, plegable, a cuyo pie escribe: «Vista general del Cerro de la Cabeza».
El año 1900 Luisa Fe y Jiménez en su Historia de Nuestra Señora de la Cabeza de Sierra Morena, nos dice: «(…) En la más alta cumbre de dicha Sierra a tres leguas de la ciudad, está el cerro de la Cabeza, llamado así por ser el más alto (…)» (madrid, 1900: 123). más adelante escribe: «(…) Efectivamente, hacia lo más alto del cerro llamado Cabeza (…)». (Madrid, 1900: 132).
El Diputado de la Real Cofradía de Andújar, Ramón Rodríguez Delgado de Mendoza, publica en 1911 el Libro del Cofrade de Ntra. Sra. de la Cabeza, en el que apunta: «(…) el prodigioso espectáculo que ofrece la cima del cerro de la Cabeza (…) (Andújar, 1911: 9).
En 1961 el historiador Carlos de Torres Laguna, editado por los PP. Trinitarios, publica el libro La Morenita y su Santuario, en uno de sus párrafos anota: «(…) es la aparición de la Virgen al pastor de Colomera, en la cima del cerro de la Cabeza (…)» (Madrid, 1961: 23).
Hasta aquí algunos ejemplos, hay más, referidos y atestiguados por quienes han escrito antes sobre la Virgen de la Cabeza, coincidiendo to- dos en llamar Cerro de la Cabeza al lugar donde es encontrada la referida imagen.
Aunque ignoramos qué hace a algunos autores denominar «cabezo» a dicho cerro, podemos decir que a partir de 1900, en el referido libro de luisa Fe, es cuando aparece también la denominación de «cabezo». así escribe dicha autora: «(…) por hallarse en lo más elevado de la Sierra, llamado Cabezo, como ya queda dicho (…)» (Madrid, 1900: 154). Si prestamos atención a la frase, observaremos que más bien puede tratarse de una errata de imprenta que de un nombre escrito conscientemente; ya que a continuación dice «como ya queda dicho», cuando realmente vimos que ella le denomina «Cerro de la Cabeza».
Torres Laguna, en la obra citada, llama al cerro de dos maneras: «(…) El Cerro del Cabezo o de la Cabeza, es muy accidentado (…)» (Madrid, 1961: 29). Posiblemente para entonces ya circulaba entre las personas el nombre de «Cerro del Cabezo» y como torres laguna sabia que los historiadores anteriores a él lo llamaban «Cerro de la Cabeza», es por lo que trata de compaginar uno y otro nombre, para no faltar a la verdad histórica, aceptando por bueno la otra denominación popular. Incluso puede que para algunas personas el que Miguel de Cervantes, en su libro Los Trabajos de Persiles y Sigismunda, le llamara «Cabezo», fuera su ciente autoridad para desechar, tal vez por desconocimiento de los autores que antes he señalado, la denominación de «Cerro de la Cabeza», sin darse cuenta del error que al principio apuntamos. así Cervantes escribe: «(…) Allí está el monte o mejor dicho el peñasco, en cuya cima está el Santuario que deposita en sí una Imagen llamada de la Cabeza, que tomó el nombre de la peña donde habita, que antiguamente se llamó Cabezo, por estar en la mitad de un llano (…)» (Madrid, 1616). como hipótesis podemos plantear que la aparición de la palabra «cabezo», sea una errata de imprenta, debido a que si la escribimos en femenino, en nada cambia el sentido de la frase ni la concordancia, así decimos: «que antiguamente se llamó cabeza», o también quiso escribir «cabezón» y le faltó la «ene», por duda o errata de impresión.
Pero lo más probable, dentro de las hipótesis planteadas, es que Cervantes empleara la palabra «cabezo» como «cumbre de la montaña» y no como topónimo, tal con se ha considerado por los demás autores vistos. la respuesta la podemos encontrar en el Diccionario de la Lengua Castellana… compuesto por la real academia española, impreso en madrid el año 1726, en el que la voz cabezo significa: «s.m. El cerro alto, ó cumbre de una montaña; porque se eleva más que lo restante, parece cabeza. Es voz antigua, que aun se conserva en Murcia, y otras partes (…)» (madrid, 1726: 26). este diccionario se editó algo más de un siglo después que el autor de el quijote publicara su Persiles y Sigismunda, obra póstuma; pero como vimos en la definición precedente, «es voz antigua», de ahí que se pudiera incluir en el texto cervantino con el sentido antes indicado, nunca como topónimo; ya que el mismo es «Cerro de la Cabeza».
Además observemos como el significado de «cumbre de una montaña» ha desaparecido como definición de cabezo en los sucesivos diccionarios de la real academia española. Posiblemente por ser más un localismo que una voz de uso general en España; ya que «cabezo» se emplea para llamar a cualquier cerro, sin ser topónimo. estaríamos ante un nombre genérico, empleado en Murcia, Aragón e incluso en Huelva; a pesar de que alcalá Venceslada no lo recoja en su obra.
Lo que está claro es que los escritores locales desde el siglo XVII afirman que el cerro se llama «de la Cabeza», no teniendo en cuenta la cita cervantina, de la cual tenían conocimiento. la prueba está en que Salcedo Olid lo nombra: «Y con más ponderación que todos Miguel de Cervantes en su Persilis, diziendo, que es una de las mayores estas que en todo lo descubierto del mundo se celebra» (Madrid, 1677: 330).
El Marquesado del Cerro de la Cabeza
Otro dato significativo es que en el siglo XVII, Carlos II, concede el título de Marqués del Cerro de la Cabeza a Don Alonso de Tavira y Benavides.
Esta concesión, según Enrique Toral y Fernández de Peñaranda en su trabajo La concesión del marquesado del Cerro de la Cabeza, publicado en el boletín del Instituto de estudios Giennenses número 93, dio lugar a un pleito en el que intervinieron el ayuntamiento de Andújar, la cofradía de la Virgen de la Cabeza y el obispado de Jaén. este último a través de su Fiscal eclesiástico, van a presentar alegaciones a dicha concesión, diciendo: «… por ser cierto que el Cerro que llaman de la Cámara, que esta sita la Hermita y Templo de la Santa Imagen, Casas, y habitaciones del Rector y Capellanes, se llamaba antes Cabezón, y después de la aparición de la Santa imagen, que hace mas de cuatrocientos años, se intitulaba el Cerro de la Cabeza (…)» (Jaén, 1977: 16).
Por el anterior texto comprobamos como el referido cerro se había llamado antes de la aparición de la Virgen de la cabeza, año de 1227, «Cabezón» y que a partir de aquel momento significativo pasó a denominarse «Cerro de la Cabeza», de ahí que todos los historiadores lo conocieran por este último nombre, porque es obvio y no hay que explicar más; que a la Virgen, pudieron llamarla «Virgen del Cabezón» o de Cabezón», por aquello del lugar donde aparece o la encuentra el pastor. Por tanto queda muy claro que nunca recibió el nombre de «cabezo», como actualmente se le viene diciendo.
En Cañaveral (Cáceres) se da culto a la Virgen de Cabezón, el se- gundo domingo de mayo tiene lugar una romería en el cerro Cabezón.
El Cerro de la Cámara
Quiero llamar la atención igualmente, respecto al último texto citado, de que al Cerro Cabezón le llamaban «de la Cámara», lo cual debe relacionarse con el fortín del Jándula que sobre él estaba construido para control y defensa de los caminos de la sierra. Fortín que fue sustituido por la construcción de la ermita medieval que primero acogió a la imagen de la Virgen de la cabeza, véase el trabajo de Juan Carlos Torres Jiménez, Génesis Histórica del Santuario de Na Sa de la Cabeza (1185-1517) en actas del I Congreso Internacional, la Virgen de la cabeza en España e Iberoamérica. Torredonjimeno, 2003: 237-302. en el Fuero de Andújar se hace alusión a una donación de tierras, del rey Fernando III, a la orden de Santiago el año 1236 en «Cabeza Gorda, a la otra parte del río Jándula». al otro lado de dicho río está el cerro de la cabeza, al que se le llamaría popularmente «Cerro Cabezón». Se denomina «cabezón»a quienes tienen la «cabeza gorda» (Félix martínez llorente. «la ciudad de andújar y su Fuero. un estudio Histórico Jurídico». Fuero de Andújar. Estudio y Edición. andújar, 2006: 28-29).
Queda ciertamente aclarada la denominación real del lugar donde se venera la imagen de Ntra. Sra. de la Cabeza de Sierra Morena. espero que en lo sucesivo se haga justicia a la historia y dejemos de llamarlo «Cerro del Cabezo», para hacerlo con propiedad y darle el tan bonito nombre de «Cerro de la Cabeza».
CEMENTERIO SANTUARIO
Calle de las cofradías y peñas
ERMITA DEL ROSARIO
Por cierto, la historia y claro está, las leyendas, de las ermitas salpicadas por los distintos caminos que llevan al Santuario (ahí queda la reposición de la San Ginés, gracias a la peña Peregrinos del Alba, como hito en el camino; y antes, el jalón de san Mancio o San Amancio) y por toda la serranía dan mucho juego para sentarse al calor y a la luz de la lumbre y mover y recrear nuestra ensoñación y nuestro conocimiento.
Hablando concretamente de la ermita del Rosario está prácticamente borrada de la vista, fue construida por Alonso de Rojas Toboso, presbítero natural de Bujalance, bajo licencia del obispo de Jaén Sancho Dávila concedida el 5 de mayo de 1612, no se sabe si podría haberse erigido sobre algún otro lugar de tipo hierático omitológico. En dicha licencia se cuenta que estaba movido por su devoción y por «el mejor servicio de Dios nuestro Señor desea y pretende edificar, a su costa, un ermita en el Cerro de Ntra. Sra.de de la Cabeza y poner en ella un altar con el fin de que puedadecir misa y celebrar divinos oficios en dicha ermita».
En julio de 1612 Alonso de Rojas hace donación al Santuario de la ermita en la que había una imagen de Ntra. Sra. del Rosario, que se traslada al Santuario en su fiesta y en el día de la Candelaria. Asimismo el presbítero solía retirarse en Cuaresma y Adviento para hacer penitencia a la ermita. Llegaron otros ascetas al lugar en determinados momentos, y finalmente, y ante la falta de presencia de éstos, y sin culto,fue deteriorándose quedando durante años unas ruinas que eran visitadas por esencialistas de la historia del Santuario, hasta que el paso de los terrenos a otra propiedad, y la propia dinámica del tiempo ha ido dejando en casi un total olvido aquella ermita. Son cosas que no deberíamos dejar en el olvido. Pasa como esas fuentes y alcubillas, que tanto significaban para el trasiego de la sierra.El Parque Natural, ahora quiere recuperar algunas de ellas para ensu momento ponerlas en valor.
Fuente: ALFREDO YBARRA
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