Virgen del acueducto de Segovia

Un ejemplo de la extensa y temprana divulgación de la devoción a la Virgen de la Cabeza lo tenemos en la imagen que se nos muestra en el singular monumento romano que es el acueducto de Segovia. Su historia se inicia en tiempos de Enrique IV en que se construyó la Casa de la Moneda en la plaza de san Sebastián, donde se encuentra la parroquia de este nombre compartiendo título con Nuestra Señora de la Cabeza, lo que indica el alto alcance que ya tenía en el lugar esta devoción mariana andaluza.

En 1520 el ensayador de la ceca segoviana, Antonio de la Jardina, costeó una imagen en piedra de la Virgen de la Cabeza, que se colocó en una hornacina del acueducto en la cara que mira a la plaza del Azoguejo, que vino a suplir la ausencia de un Hércules romano; este mismo donante puso al lado opuesto una talla de madera de San Sebastián que ahora, convenientemente restaurada, se guarda en el Museo de Segovia.

El lamentable estado en que se encontraba la imagen, sólida pieza de 160 cm de altura y 70 cm de fondo, en piedra caliza blanquecina de las canteras de Madrona o el Tejadillo con peso una tonelada, hizo que en 2019 cuando se restauró a cargo de Néstor F. Marqués con subvención municipal y de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, se pensara aligerar el peso, poniendo en marcha la sustitución por una réplica de resina y polvo de mármol blanco, guardando la original en la antigua Casa de la Moneda, el edificio que ordenó levantar Felipe II a su arquitecto Juan de Herrera. De todo esto da cuenta el historiador segoviano del siglo XVII Diego de Colmenares en su libro La insigne ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla.

Efectivamente se trata de una talla en avanzada estética humanista, bien perfilada por la delantera y descuidada en lo posterior, con acabado de policromías, levemente conservadas en los bajos. Esta erecta y frontal, con una cabeza erguida de larga cabellera peinada en surcos paralelos y ondulados, adornada con rico collar con piedra pinjante, se cubre con amplio manto plegado a su derecha, donde destaca el Niño con el orbe en la mano como crea- dor del mundo. De la peana, sólo resta uno de los dos querubines y la cartela laudatoria con la leyenda “OMaterDei, mementomei”.

Fuente: José Domínguez Cubero – Mirando al Santuario 2021

Virgen acueducto de Segovia