Tras la aparición y milagrosa curación del pastor de la parálisis que sufría en un brazo, la devoción se extendió entre los repobladores cristianos asentados en Andújar y su comarca. Es de suponer que algunos años más tarde tras la reconquista de Porcuna, en 1240, los nuevos pobladores se acogieran también a la protección de la Virgen de la Cabeza, colocando su imagen en la ermita medieval de San Cristóbal, situada extrarradio de la población en un montículo elevado desde el que se divisa el Santuario de la Virgen de la Cabeza, ya que Porcuna es la única población visible desde el Cerro del Cabezo.
Devoción Virgen de la Cabeza en Porcuna
Historia Virgen de la Cabeza de Porcuna
Dado que los primeros documentos de cofradías conservados de Porcuna datan de 1491, carecemos de noticias hasta este año, al realizar las visitas de los años 1491 y 1501 a la ermita de San Cristóbal los caballeros calatravos no reseñan en su inventario la identificación de las imágenes, sin embargo recogen una serie de prendas femeninas pertenecientes a una imagen de la Virgen, “para vestir a Nuestra Señora”, en visitas posteriores del siglo XVI no se indica tampoco la advocación, solamente se indican la existencia de una “imagen de Nuestra Señora”,habrá que esperar hasta la visita de 1611 para conocer esta advocación y la existencia de su cofradía.
No dejan constancia los visitadores de la existencia de una cofradía que se ocupase de su culto, tanto a nivel local como acudiendo al santuario de Sierra Morena, sin embargo Luisa Fe Jiménez en su libro «Historia de Ntra Sra de la Cabeza de Sierra Morena» publicado en Madrid en 1900, recoge que siendo obispo de Jaén don Sancho Dávila y Toledo (1600-1615) existían 75 cofradías, de 12 ciudades y 53 villas, ocupando Porcuna el número 73.
Tras otras visitas del siglo XVII, la realizada en 1697 nos ofrece una descripción más detallada de iglesia, imagen, prendas, fiestas y cuentas de la cofradía, por ella conocemos.
Desconocemos como pudo afectar a la cofradía la supresión de cofradías y romerías de-cretada en 1773 por Carlos III, pero si fue suprimida pronto volvió a renacer pues en la visita de 1799 el mayordomo anual Manuel de Rojas presenta el “el libro de la hermandad de dicha Santísima imagen” en él consta: “La imagen de nuestra Señora sobre un trono de madera y peana sobredorada, con tornillo y tuerca” y el inventario con descripción de los enseres.
Tras la Guerra de la Independencia y la desamortización de los bienes eclesiásticos por el gobierno de Mendizábal en 1841, la cofradía debió sufrir un estancamiento y posiblemente su disolución hasta el año 1889 en que se volvió a refundar. Alrededor de 1880 se fundó en las dependencias de la ermita por el sacerdote don José María Ruiz y García un hospital, con el nombre de Nuestra Señora de la Cabeza, donde se estableció un torno para recogida de niños expósitos que perduró hasta el 8 de mayo de 1901 en que fue trasladado a dependencias del antiguo priorato de San Benito.
Con fecha de 27 de mayo de 1889 un grupo de comerciantes e industriales de la localidad acordaron refundar la cofradía redactando sus estatutos que fueron remitidos al obispo de Jaén para su aprobación. Convirtiéndose la Virgen de la Cabeza en la patrona del comercio y la industria de Porcuna.
La cofradía funciono modélicamente, celebrando sus funciones religiosas, novena, procesión, en la que la final siempre se ha quemado un castillo de fuegos artificiales, y aumentando el culto y la devoción a la Virgen de la Cabeza hasta el año 1936.
Es probable que a finales del siglo XIX y principios de XX, se crease una cofradía o hermandad para asistir a la festividad en Sierra Morena y que se les dotase de un solar para edificar una casa, recuerdo que al inicio de la década de 1950, estando con mi abuelo en el Santuario, al pasar por un solar me indicó que era el de la casa de Porcuna, tanto si se fue formado cofradía o no, lo cierto es que asistían muchos porcunenses que hacían el camino sobre cabalgaduras o a pie y que al volver, adornados los animales con las plantas propias de la sierra, arrojaban los típicos pitos de barro a los chiquillos que contemplaban su entrada en el pueblo.
En los primeros días de septiembre de este año de 1936 la furia iconoclasta destruyó y quemó las sagradas imágenes.
Tras la contienda en presencia del cura párroco volvieron a reunirse los cofrades y con fecha de 23 de mayo de 1943 redactaron unos nuevos estatutos que actualizaban con ligeras variantes los realizados en 1889 y que hasta ahora han servido de base para el funcionamiento de la Cofradía.
La cofradía acometió la talla de la imagen de la Virgen y del Niño, entregando cabeza y manos que fueron incorporadas a la nueva imagen, también acometieron la reparación de su altar y adquisición de ropa, alhajas, andas procesionales, ornamentos y cuanto era necesario para man-tener su culto, por la desaparición de su ermita la Virgen se trasladó a la iglesia de Jesús, donde recibe culto desde entonces. Todas las juntas de gobierno que se han sucedido anualmente, en especial los secretarios (Joaquín López Pérez, 1943-1960, Lucio Alonso Peláez, 1960- 1966, Santiago Montilla Abolafia, 1966- 1991, después presidente hasta 2009, Antonio Horcas Méndez, 1992-1999 y Juan Carlos Delgado Montilla, 2000-2009) y los tesoreros (Juan Fernández Fernández, 1943-1952, Vicente Bellido Contreras, 1952-1968, y Vicente del Pino 1969 hasta la actualidad), así como las camareras de la Virgen, (Pepita Quero,1943-1951, Misericordia Navas, 1951-1978 y María del Carmen García Hueso, 1978 a la actualidad) que por ser cargos de más larga duración al anual, se han esforzado por mantener con todo esplendor y devoción el culto a la Santísima Virgen. A través de todos estos años no han cesado de incrementar y renovar el patrimonio de la Virgen con nuevas andas, sayas y mantos, estandarte, báculos procesionales y cuantos objetos de culto y ornato han sido necesarios.
En la actualidad la cofradía regida, desde el 3 de junio de 2009, por Juan Carlos Delgado Montilla, presidente, Ana Mª Montilla Daza, vicepresidenta, Ángel Millán Herrera, secretario, Vicente del Pino Montoya, tesorero, Francisco Luis Moreno López y Encarnación Ruiz Quero, vocales y Mª del Carmen García Hueso, camarera, continúan elevando el culto y devoción a la Santísima Virgen, bajo su mandato se han establecido estrechas relaciones con la Cofradía matriz de la Virgen de la Cabeza de Andújar, acudiendo por primera vez al Cerro del Cabezo en la noche del 11 al 12 de agosto de 2011 en la celebración del 784 aniversario de la aparición de la Santísima Virgen a Juan de Rivas, siendo recibida por la cofradía matriz y teniendo el honor de pasar la primera después de que la cofradía matriz se presentara a la patrona de Andújar. Desde este año la cofradía de Porcuna asiste todas las noches del 11 al 12 de agosto al Santuario para participar en esta celebración. A petición de la cofradía, en 2015, el Ayuntamiento en sesión plenaria acordó por unanimidad, que la corta calle, de ascenso a la elevación donde estuvo la ermita de San Cristóbal que durante siglos fue la sede de la imagen de la Virgen de la Cabeza, y a la que se venía dando el nombre de Cabeza, pasase por justicia con la realidad histórica a denominarse Calle de la Virgen de la Cabeza.
La cofradía realiza su encomiable labor manteniendo su altar en la iglesia de Jesús y realizando las funciones de su festividad, que comienzan el sábado anterior al penúltimo domingo de abril con repique de campanas y disparo de cohetes y el traslado de la Virgen a la iglesia parroquial, donde en los siete días siguientes se oficia un solemne septenario. Este mismo sábado tiene lugar la elección de cargos para el año siguiente.
El día de la festividad último domingo de abril la banda de música o de cornetas y tambores recorre las calles en alegre diana convocando a la fiesta. A medio día se celebra la solemne fiesta religiosa, reuniéndose después los cofrades y familiares en una comida de hermandad. Los actos finalizan al caer la noche con la procesión por las calles principales de la población, pasando por el lugar donde estuvo situada su antigua ermita y concluye al llegar al Paseo de Jesús con la quema del tradicional castillo de fuegos artificiales.
Fuente: Antonio Recuerda Burgos, Cronista Oficial de Porcuna.
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